Corría el año
del 2011. Vivía en la ciudad de Coatzacoalcos, Veracruz; un lugar tranquilo de
la provincia mexicana. Una mañana estaba en mi habitación alistándome para ir a
la escuela; tenía que estar preparada ya que ese día tenía examen de Física y
me había levantado a buena hora para llegar a tiempo. Sería otro día en mi rutina aburrida de siempre: levantarme,
vestirme, ir a la escuela, llegar a
casa, comer en el mercado, el resto del día en mi habitación en el ordenador,
hacer tarea y al final irme a dormir.
Cerca de las
7 me asomé por la ventana de la sala pude ver a lo lejos a dos personas paradas
en la banqueta, pero no les di importancia y seguí preparando mis cosas. Cuando
abrí la puerta de la entrada para dirigirme
a la escuela, noté a dos hombres armados y
vestidos de militares y que nadie pasaba por la calle, además de que la tienda
de enfrente estaba cerrada.
Me
asusté así que dejé entrar a mis perros
a la casa, cerré con llave y me dirigí a la habitación de mis padres. Desde su ventana, vi varios camiones
militares y soldados por todas partes. Pensé que entrarían a la casa del frente,
pues la mayoría de los soldados se encontraban ahí. Sin embargo, luego pude
apreciar que no quitaban la mirada de la casa a nuestra derecha. Estaba
preocupada, no solo porque estaba cerca del peligro y me encontraba sola con
mis perritos en la casa, sino porque
llegaría tarde a clases y tenía examen de Física.
Las calles
cercanas estaban cerradas y nadie podía entrar ni salir. Me quedé
sentada en la cama, mientras esperaba a que todo pasara. Temía que alguien
entrara a la fuerza. Media hora después, los militares se alejaron del lugar y
todo quedo tranquilo en las calles, pero todavía no estaba segura de salir por lo que permanecí en la habitación
sentada en el suelo. Le pregunte a mi papá
que había pasado; pero él desconocía la
situación. Para colmo, me llevó a la escuela; había llegado tarde y con menos
tiempo para terminarla.
Días después,
mi padre me contó que los militares arrestaron a los vecinos de al lado por
estar relacionados con los llamados “LOS ZETAS” (un grupo criminal cuyos principales negocios son el tráfico de
drogas, la extorsión, el secuestro, el homicidio, el tráfico de personas y el
robo de autos.) y que corrían rumores de que tenían gente secuestrada y que habían
encontrado droga en el lugar. Me quedé sorprendida; nunca pensé que un narco vivía
tan cerca de nosotros y nunca notamos nada sospechoso en su comportamiento,
aunque, a decir verdad, jamás cruzamos
palabra con aquellos vecinos.
Desde ese día,
la casa de al lado quedó resguardada por la policía durante 4 años y medio. Los
chismes al respecto llegaron a tal grado, que hay quien aseguraba que la casa
estaba embrujada. Lo cierto es que lo que haya pasado realmente dentro de la
casa de los vecinos sigue siendo un misterio, como tantos que ocurren todos los
días en el país, relacionados con ese mal que nos ataca y que, aunque no lo
sepamos, parece estar más cerca de lo que creemos.
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